El asesino de la niña de Vallecas: Daría todo lo que fuera a la madre por acabar con la vida de su hija

Larquin R.N., el ciudadano dominicano acusado de matar a una niña de12 años en su casa de Vallecas en el verano de 2009, ha reconocido este lunes los hechos y ha señalado que si no fueran suficientes los años de cárcel que le piden “daría todo lo que fuera a la madre de la pequeña por acabar con la vida de su hija”.

En el juicio con un jurado popular compuesto por once miembros que ha comenzado este mediodía, el procesado ha reconocido que el día de autos había consumido entre tres y cuatro gramos de cocaína y bastante alcohol. “Llegué bebido, cogí un cuchillo y le quité la vida”, ha señalado, al tiempo que ha dicho que la niña “no pudo defenderse”, ha relatado. Sin embargo, aunque ha negado la agresión sexual, no ha sabido responder sobre el móvil del asesinato.

El fiscal ha pedido 20 años de cárcel por asesinato y tres más por la agresión sexual, mientras que la acusación particular, ejercida por la abogada Cynthia Favero, ha solicitado 20 años de prisión por el asesinato, puesto que sobre la agresión sexual no hay pruebas suficientes, al no hallarse restos biológicos en la fallecida que incriminen al imputado.

Por su parte, la defensa en un primer momento del caso pidió la absolución justificada, aunque es probable que cambie su petición, puesto que su defendido ha reconocido los hechos.

En su breve declaración, Larquin ha reconocido el cuchillo de 20 centímetros que utilizó para matar a la niña, pero ha indicado que no se acuerda de donde lo cogió. También se ha mostrado vacilante y desmemoriado sobre las circunstancias y motivaciones del crimen.

INFORMES PSICOLÓGICOS

Por ello, el jurado ha tenido que acudir al informe psicológico y forense. Según los psicólogos que han tratado al presunto asesino, y que han participado en la sesión a través de videoconferencia, Larquin padece un trastorno disociativo de la personalidad que no le impide comprender ni justificar la gravedad de lo que hizo.

“Tiene una capacidad intelectual media y no apreciamos trastornos psicológicos importantes. Los rasgos disociativos no pueden alterar su capacidad en los hechos”, ha indicado una de las profesionales que le trataron, que contrasta con la versión del supuesto asesino, que les manifestó que “se volvió loco y trastornado antes de matarla”.

Asimismo, los psicólogos han señalado que les manifestó que se acordaba de que le había clavado un cuchillo a la niña, pero nada más de ese momento. No obstante, indicaron que sí recordaba el autobús que tomó tras el crimen y a casa de quién fue.

Bajo este prisma, los profesionales consideran que la amnesia localizada que dice padecer el acusado “no es creíble” y que la hipótesis más lógica de ello es “la ocultación”. “La amnesia colectiva no aparece y desaparece de forma tan brusca coincidiendo con los hechos. Uno no puede decir que no recuerda algo porque no quiere recordarlo”, han añadido uno de los psicólogos.

En el mismo sentido se ha pronunciado otra de las psicólogas que han asistido a Larquin. Además, tras su trabajo, ha señalado que no padece ninguna psicopatología y ha apuntado que, aunque no se conoce con certeza la motivación que tuvo para acuchillar a la pequeña, todo apunta a la hipótesis de que el imputado tiene una visión de “dominación” absoluta hacia las mujeres. Larquin mantenía dos relaciones sentimentales a la vez en el momento del crimen y además tenía hijos de distintas mujeres.

El juicio continuará esta tarde, con el testimonio de varias vecinas, que declararon haber visto salir de la casa a Larquin el día del crimen. Tras un receso que se producirá mañana, el miércoles será el turno para los policías y otros testigos. La madre de la niña no ha acudido esta mañana al juicio porque se encontraba “muy afectada” por lo ocurrido, teniendo en cuenta que era su única hija y que meses antes había muerto ahogado su otro hijo, ha indicado a Europa Press Cynthia Favero.

LOS HECHOS

En el escrito de acusación el fiscal relata que los hechos se produjeron el 25 de julio de 2009 cuando el procesado entró en el domicilio donde tenía alquilada una habitación desde hacía una semana.

En el mismo domicilio se encontraba sola una menor de 12 años en camisón. El procesado trató de mantener una relación con la chica pero, ante su negativa, le asestó una puñalada en el corazón con un cuchillo de grandes dimensiones que le causó la muerte de forma inmediata.

Además de la pena de prisión, el fiscal reclama que el procesado indemnice en concepto de responsabilidad económica a la madre con 150.000 euros por la muerte de su única hija.

Fuente: La Vanguardia